Fue un hombre autodidacta en su mayoría, dedicado y con gran sentido de superación, lo que lo llevó a lograr grandes cosas no solo para nuestra patria sino para toda Centroamérica.
Su carrera militar inició justo después de la independencia de España, enlistándose como voluntario al servicio de las autoridades. Tras varias batallas, de las cuales la mayoría fueron ganadas, logró ganarse el respeto de los ejércitos centroamericanos.
Morazán era fiel a sus ideales: buscaba una sociedad basada en la educación universal, libertad religiosa e igualdad, social y política. Peleaba por los derechos del pueblo, minimizando el privilegio aristocrático y el poder del clero. Pero como en toda sociedad, los grupos más beneficiados luchan por mantener ese estatus, convirtiéndose Morazán en su enemigo número uno.
Hasta el final de los tiempos el luchó por cumplir sus ideales, haciendo frente a su muerte a mano de sus enemigos con dignidad. "La prosperidad nos hará justicia." fue una de sus últimas frases.
Nosotros como hondureños debemos seguir su ejemplo y luchar por una Honduras mejor. Hacer que su muerte no haya sido en vano y cumplir sus últimas palabras. Por que Honduras es nuestra y de nosotros depende su futuro, que es nuestro futuro.
"Excito a la juventud, que es llamada a dar vida a este país que dejo con sentimiento por quedar anarquizado, y deseo que imiten mi ejemplo de morir con firmeza antes que dejarlo abandonado al desorden en que desgraciadamente hoy se encuentra."
- Francisco Morazán Quezada
Héroe Nacional
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